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Por esta acción las integrantes de las Arpias fueron detenidas.
“Inoperancia por parte de la policía” es para Gabriela Veleizán, una de las chicas detenidas por pintar una pared, la descripción de cómo se manejó la policía la madrugada del 9 de julio, cuando junto a cinco amigas fue detenida. Un operativo policial montado exclusivamente para detener a seis mujeres que lo único que hicieron fue expresarse. Gabriela, Gissel Robledo y Johanna Ramos, detenidas por más de cinco horas, tuvieron que soportar la burla de los policías que las detuvieron al leer los stencils que después de quitárselos, se le volaron en la ruta. Además de “pintarles los dedos”, la fuerza policial las obligó a firmar papeles en blanco y repetir varias veces sus datos, ya que los policías entre risas y burlas “anotaban cualquier cosa”, mencionó Veleizán, quien agregó: “No sólo eso, sino que tuvimos que solicitar nosotras la presencia de policías mujeres porque los presentes eran todos hombres. La policía lo primero que nos preguntó fue si estábamos haciendo pintadas políticas partidarias. Estuvimos dos horas en la Central de policía y tres en la Alcaldía, cuando ninguno de nuestros carteles tenía insultos ni agravios, solo frases que hablaban de libertad y lesbianismo”, dijo Gabriela.
Fte: Redacción Cuarto Poder.
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