Archivo documental digitalizado del activismo lésbico, conformado por el registro de producciones gráficas y teóricas, registros fotográficos y sonoros, encuentros reflexivos y acciones callejeras de grupos y activistas lesbianas de diferentes momentos históricos, múltiples posiciones políticas, y diversas geografías de Argentina. Está en permanente construcción, envianos tus aportes y colaboraciones.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Asamblea Lésbica Permanente



Violencias entre lesbianas: una aproximación a la construcción del conocimiento colectivo

Como ALP queremos dar cuenta de nuestro posicionamiento político frente a una realidad que atraviesa nuestras existencias: las violencias entre lesbianas. Este documento es un intento de establecer un diálogo y compartir los recorridos que fuimos construyendo.

En tanto organización, nos han atravesado diferentes situaciones de violencias entre tortas. Somos un espacio en formación, y nuestra búsqueda de estrategias y herramientas fue transitando diversos momentos. En una de las primeras asambleas (en marzo de 2017), antes de que la ALP deviniera en una organización, una persona expuso una situación de maltrato que había vivido por parte de otra participante en la asamblea. Éramos muchxs, no nos conocíamos, no supimos abordar una situación que en ese momento nos excedió sustancialmente. Somos conscientes de que nuestras formas lastimaron a otrxs, este documento también es reconocer esas faltas.


Nos tomó meses de trabajo y reflexión poder comenzar a organizar una propuesta para pensar las violencias al interior del lesbianismo: formamos así un espacio para trabajar, una comisión para re-pensarnos y abordar los emergentes que fueron surgiendo. Investigamos textos y experiencias, conversamos con compañerxs en actividades públicas e internas, hicimos talleres de formación interna y le dedicamos tiempo en nuestras asambleas a revisar colectivamente la problemática. Se trata de un tema que nos atraviesa profundamente a todxs lxs tortas, por eso lo hemos puesto sobre la mesa en conversatorios realizados sobre historia del activismo lésbico, lo que afortunadamente nos dio la posibilidad de poder conversar con compas de otras organizaciones al respecto y enriquecernos en ese intercambio.

Hoy creemos que tenemos algunas herramientas para abordar las violencias, para intentar comprender los múltiples modos en que el hetero-cis-patriarcado se entrecruza en nuestras existencias. Sin embargo, también es cierto que seguimos transitando dificultades y que aún está presente la necesidad de aprender, reflexionar y debatir sobre este tema.

La construcción de este conocimiento no es una etapa cerrada, por el contrario, hay mucho para hacer: hace ya bastante tiempo estamos trabajando las violencias, contemplando los recorridos de cada unx de quienes integramos la ALP. Esa heterogeneidad se reflejó también en los tiempos propios de nuestra elaboración colectiva, que implicaron un repliegue y una forma de producir conocimiento más lenta a la que estamos habituadxs. Sin embargo, ese repliegue no significa que estuviéramos inactivxs: de a poco proyectamos una posible respuesta feminista para situaciones de violencias entre tortas.

Este documento busca compartir algunas de las reflexiones a las que hemos llegado grupalmente.

Al empezar a trabajar las violencias entre nosotrxs, comenzamos a reconocernos en prácticas y actitudes violentas. Sin embargo, reflexionamos sobre la necesidad de evitar los relativismos: si todxs somos violentxs, entonces nadie es violentx. Nos planteamos entonces una necesidad: distinguir entre aquellas relaciones o formas vinculares donde el maltrato es sistemático, y aquellas otras donde una individualidad actúa en forma violenta en una circunstancia determinada. Creemos que nadie está exentx de ejercer o recibir violencias: no existen lugares seguros ni a resguardo.

A su vez, partimos de considerar que no es lo mismo la violencia que ejerce un varón hetero-cis sobre cualquier otra subjetividad (mujeres, lesbianas, travestis, trans), en tanto todxs hemos sido educadxs en un sistema que avala su ejercicio de las violencias. Las violencias entre tortas plantean otras problemáticas específicas. Si bien hay puntos en común, como lesbianas hemos sido también atravesadxs por una multiplicidad de disciplinamientos en nuestras existencias, y ocupamos un lugar de opresión en la estructura hetero-cis-patriarcal.

Con esto no queremos eludir la responsabilidad que tienen quienes ejercen violencias en sus relaciones sexo-afectivas. Reconocemos que para quien recibe el maltrato, los efectos pueden ser de la misma gravedad. Pero considerar que una torta no es lo mismo que un macho nos alienta también a explorar distintas formas de abordar la problemática.

Queremos construir juntxs una mirada ética sobre el mundo. Y esa mirada ética implica diferenciar entre cosas que nos hacen mal y que no queremos reproducir, y cosas que nos potencian y que queremos favorecer y estimular como feministas, como son los vínculos libertarios, cuidados y gozosos, el consentimiento, el no sometimiento, el superar el tabú a hablar temas que son importantes para así generar consensos. No deseamos ocupar el lugar de jueces, pero tampoco nos da lo mismo: no queremos ser un espacio excluyente pero tampoco un espacio legitimador de situaciones de violencia.

En este sentido, no podemos establecer un protocolo, o dar una respuesta estandarizada para las situaciones que emergen y nos convocan a pensar las violencias entre nosotrxs. Es por eso que cada acción nos demanda un trabajo interno de análisis y acción, y que se contrapone con las respuestas inmediatas. Como ALP sostenemos que este tiempo necesario para el trabajo colectivo, horizontal y asambleario no busca generar complicidad o encubrimiento. Sabemos, sin embargo, que estos tiempos pueden no haber favorecido a la des-naturalización y visibilización de esta problemática.

Por otro lado, creemos que no existen espacios seguros: ni el feminismo ni el lesbianismo son paraísos aislados de las violencias que nos atraviesan. Por eso sostenemos que hacer política tortillera necesariamente implica pensar las violencias entre nosotrxs, y cómo las atravesamos personal y colectivamente, así como la construcción de nuevos formatos vinculares.

Creemos que trabajando las violencias hacia adentro, realizando talleres y abriendo el tema a nuestras asambleas, como compañerxs, apostamos a la construcción de una organización asamblearia que reconozca situaciones de maltrato y construya otras formas de relacionarnos. Deseamos, también, que este documento sirva como un paso para establecer un diálogo fluido y constructivo con espacios, agrupaciones y personas que quieran también re-pensar los vínculos de forma colectiva.


asamblealesbicapermanente@gmail.com



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