Revista Shock Nro 53
12 de junio de 1984
Por primera vez un homosexual revela una terrible historia de muertes y persecuciónes y plantea sus dudas sobre 17 crímenes ocurridos en el país, muchos de los cuales no se han esclarecido
“Lopez Rega quería mandar gays a campos de concentración”
Primero llamó por teléfono. Su voz era entrecortada e hizo intuir al periodista de Shock que lo atendió, que podría estar frente a un hecho dramático.
No menos dramática era la carga de su voz: Quiero que me escuchen. Soy gay y necesito hablarles de los 17 crímenes de homosexuales que se han registrado e los dos últimos años. Hay cosas muy raras, muy turbias, que no quiero mencionar por teléfono, pero si conocertamos una entrevista, estoy dispuesto a decirlo todo”...
Cuándo y dónde, preguntí el periodista y hechos los arreglos, se puso en marcha una nota que arrojaría resultados sorprendentes y plantearía una serie de enigmas que rodean a esta verdadera ola de asesinatos contra homosexuales.
Una mañana, una casa
Claudio G. no quiere revelar su apellido, esa es su condición para realizar la nora. “Tengo miedo, imagínense con todo lo que ha pasado, pero estoy dispuesto a hablar si respetan el anonimato”.
La casa es grande y la decoración antigua.Un enorme gato de porcelana colocado sobre la rústica mesa, parece estar mirándonos, presenciar la conversación.
Dale, hablá, contanos todo lo que sabés, señala el periodista.
Claudio tiene 36 años. Su rostro es de preocupación. Parece como perseguido, asediado por fantasmas.
“Hay 17 muertos en dos años y eso no es casualidad.Tengo la impresión de que estamos frente a una siniestra campaña de moralida homicida. Fui miembro del FLH (Frente de Liberación Homosexual). Conozco mucho del ambiente y aunque algunos de los asesinatos puedan catalogarse de crímenes comunes, otros adquieren características muy llamativas. Hay policías que opinan que en muchos casos los asesinos han sido ocasionales amigos de los gays, que en su afán de sacarles dinero y obtener pilchas y regalos, mantuvieron cierta relación con ellos y cuando llegaron a la extorsión grande y obtuvieron como respuesta la negativa, los mataron. Hay quienes también hablan de celos, de la reacción frente a ciertas conductas repulsivas, pero esto tiene poco de convincente. Ojo, no digo que no hayan pasado en algunos casos”.
Claudio suspira. Es como si estuviese sacándose de adentro una gran carga.
Dale, dale, seguí, repite el periodista.
Se toman precauciones
Claudio opina que la mayoría delos gays asumidos, especialmente las mayores y deesos hay muchos muertos, toman sus precauciones con los nuevos amigos. Se resisten a asumirlos por razones de seguridad. Estos son círculos muy cerrados en donde casi tosos nos conocemos y antes de trabar nuevas amistades hay filtros y chequeos.
¿En que consisten?
Bueno, cuando trabamos una nueva amistad preguntamos a otras personas si los han conocido, si han tenido relaciones con ellos. Requerimos como prioridad que se trate de personas desinteresadas y dispuestas a entregar mutuo afecto. Si se da el caso de que no hay referencias, se obra con sumo cuidado, observando a cabo de un tiempo cual es el comportamiento de ellos y tras asegurarnos que existe una cuota de autenticidad y unifiación de criterios, luego se traba una relación estable.
¿Cómo se concreta?
Primeramente el nuevo gay nos acompañará a boliches y lugares de reunión en común. Allí se acopla a los miembros de la comunidad. Es precisamente aquí donde observamos hasta donde su actitud es sincera y si realmente se integra a nuestras pautas. Después viene lo otro.
¿Y qué es lo otro?
Dispensamos mutuo cariños y afecto. Creo que lo demás es obvio y no conviene entrar en detalles.
Seguí con lo de los crímenes
El caso más llamativo, que quizás nos ponga frente a la presencia inquietante de verdaderos profesionales o un comando, como quieras llamarlo es el asesinato de Alberto Pintos, de 32 años y Luis Mesa de 30, hecho ocurrido el 26-6-82 y en donde hasta el día de hoy no hay pistas, ni la mínima sospecha de quiénes fueron los asesinos. Los dos murieron estrangulados y en sus cuerpos se observaron signos de haber opuesto una tenaz resistencia. Los encontraron sobre la cama, desnudos, en su departamento. Los homcidas fueron tan cuidadosos que no dejaron huellas. Nadie “vió ni sintió nada”.
¿Qué otro caso recordás que tenga las mismas características?
Está el asesinato en Barrio Norte del arquitecto Díaz Goñi, de 37 años, muerto a puñaladas. Dicen que Díaz no era tipo de darse con desconocidos. Por el contrario, el frecuentaba un grupo muy selecto. Llamativamente apareció muerto una madrugada en el baño de su casa. Fue el 1-7-82, y hasta hoy tampoco se sabe nada, ni siquera los móviles que abrigaban él o los criminales. También el trabajo en este caso fue muy prolijo. No hay que olvidar que durante 1982, fue precisamente en junio un denominado “Comando Cóndor” envió a varios diarios un comunicado en el que advertía su intención de acabar con los teatros de revistas y los homosexuales. Después no se volvió a hablar de ellos, pero no es descabellado pensar en una célula compuesta por verdaderos psicópatas.
¿A qué obedecería esta reacción?
Hay estudiosos en el teaque opinan que atacar a un homosexual es atacar el placer por placer mismo, lo que se denomi como xenofobia. En los nazis hay antecedentes muy claros, cuando el 30 de junio de 1934 las SS atacó Bad Wesee, una estación terminal usada por la misam SS, la milicia privada de un lagarteniente de Hitler esterminó a todos los presentes por sus prácticas homosexuales. Los degenerados deben ser eliminados para cuidar la raza. Sostenían. También en nuestra historia hay antecedentes, tal el caso que se menciona en el poema La Refalosa de Hilario Ascasubi, en el que se describe la violencia sexual que los mazorqueros rosistas descargaban contra los unitarios que capturaban, sin olvidar darles un beso en la boca antes de degollarlos.
¿Podemos hablar entones de un prejuicio antihomosexual en nuestro país?
Efectivamente, tal es así, que llega hasta el plano político, al dictarse los edictos policiales entre 1946 y 1949 y el comienzo de las campañas de moralidad, que llevó a cabo el comisario Luis Margaride. Con el trancurso
transcurso de los años, de los edictos se pasa a la amenaza del exterminio, cuando el entonces jefe de policía Osinde, designado por Perón en 1973 anuncia que va a terminar con los homosexuales. Despuésem 1974 Margaride vuelve a la carga con las razzias y campañas de moralidad que incluyeron hasta ataques aa la moda y las costumbres liberales de esos años, rompiendo tacos de zapatos masculinos, desgarrando pantalones o rapando cabellos.
¿Y después que pasó?
Fijate que esto o termina allí, en febrero de 1975 en un artículo publicado en la revista El Caudillo, órgano del ex ministro López Rega, se mencionó que había que acabar con los homosexuales, sugiriendo confinarnos en campos de concentración, que también se crearon, o colgarnos de los árboles con leyendas explicativas. Bien de los nazis, con el más puro sadismo.
¿Vos hablás de una fiebre nazi?
Si, la ha padecido el país con mayor fuerza en estos últimos 10 años, es por eso que me llama mucho la atención la ola de crímenes que surgió en la época del denominado Proceso, en donde evidentemente éramos considerados como peligrosos para un proyecto político.
¿Entonces vos estás convencido en que hay una campaña de determinados sectores?
Yo no creo en las brujas, pero que las hay las hay. Existen muchos desocupados de esa denominada “guerra sucia” que se deleitaban con actos de sadismo contra los gay y por qué no preguntarse si verdaderamente hoy se han recluido. Yo creo que se mantienen firmes a sus convicciones, como también existen instituciones que bajo otra apariencia, viven armando formas de represión contra nuestro sector.
La entrevista había terminado. El gato de porcelana seguía mirándonos sobre la mesa. Sus ojos parecían abrirse hacia un oscuro laberinto sin respuestas, el mismo que había planteado Claudio G. hoy convertido en un solitario lleno de miedos.
Recuadro
La larga lista de muerte
Ver informe Benitez
Nota contigua
“Un homosexual que milita no es más que un delincuente”
Ahora, que los más conspicuos representantes de la “Comunidad Homosexual Argentina” han decidido encender la mecha a través de una solicitada y dan muestras de que la situación en nuestro país no es tan diferente a la de tantos otros, ya que se han agrupado y pretenden proyectarse, se podría decir que está apareciendo la punta de ese “iceberg” tremendo que mueve el mar del submundo gay.
Pero en contrapunto con esta actitud, ante la intención de SHOCK de conectarse con ellos, dialogar y prufundizar sobre el por qué de sus reclamos, los voceros de esta comunidad homosexual desparecieron como por arte de magia.
Sin embargo el tenor de la solicitada, las pretensiones que en ella pueden leerse, movieron de inmediato a que algunos sectores de la comunidad salieran a la palestra para reaccionar ante lo inusual del planteo.
Uno de los más importantes, sobre todo por el carácter científico que detenta, es la Comisión Científica de la Liga Argentina de Educación Sexual, que con la firma de tres de sus integrantes, psiquiatras Everardo Power y Gerardo Bonastre, y el tocoginecólogo Mariano Garay, emitieron a su vez un comunicado en el que advierten a la población sobre lo que este tipo de militancia significa.
“Creemos que una organización, tiene sentido cuando cumple con un fin comunitario -explicó el Dr. Power- Es decir, cuando se trata de un asunto de bien público donde es lógico que se aspire a hacer proselitismo o sembrar ideas y hacer que todos los imiten ya sea como partido político, entidad cultural, etc. Pero este no es el caso”.
“La homosexualidad es un estado patológico desde el momento que altera los lineamientos generales de la biolgía, así como lo alteran en otros órdenes aquellos que envenenan los ríos o matan animales indiscriminadamente poniendo en peligro la especie”.
“De esta manera, también se puede alterar la eología, y si bien cada homosexual como cada heterosexual que esté alterado en sexualidad, merecen ayuda, no ocurre lo mismo con los que hacen militancia sociopolítica de su situación; porque con ese criterio, los que llenan los ríos de deshechos industriales podrían agruparse en una comunidad y reclamar iguales derechos”.
“Ahora, la homosexualidad ha salido a la luz, pero no es un hecho nuevo. Siempre han sido considerados como agentes que alteran el orden natural -continuó- Pero en el caso de que se lancen a hacer militancia, no sólo alteran este orden sino también lo hacen con el sociopolítico”.
“Nosotros creemos que si una persona es homosexual debe ser tratada pero si esa persona saca una bandera para que todos los chicos se hagan homosexuales, es un delincuente. Un delincuente contra la sociedad en la que vive, la nación que lo alberga y la humanidad toda”.
Más adelante el psiquiatra denunció que “la situación que se prepara es muy grave, porque si ellos dicen que son un millón y medio y están organizados, quiere decir que van a aumentar, a recoger bienes y a convertirse en poderes económicos, como pasa en Estados Unidos, donde estas organizaciones llegan a detentar tanto poder que peden hasta decidir una elección”.
“Por eso denunciamos que una situación así no es admisible, ya que se pone en peligro a nuestros niños y jóvenes, desviándolos de su sexualidad natural. Si esto se permite tomando como ejemplo los derehcos democráticos, se trata sin duda de una farsa, porque se supone que ejercer un derecho implica no hacer daño a los demás”.
“Hay tres niveles de depredadores de la especia: en primer lugar la bomba atómica, en segundo los alteradores del suelo, el agua, el aires y el medio ambiente en general, y, tercerolos que pretenden destruir la heterosexualidad, o sea la relación sexual entre el hombre y la mujer.
“Y si bien es cierto que hay especies (por ejemplo algunos insectos) en cuya reproducción no interviene el macho, en los animales superiores la bisexualidad no existe, como tampoco en el hombre. Quién hace propaganda de lo contrario está cometiendo un disparate desde el punto de vista biológico”.
“Al homosexual que entiende su situación como una enfermedad , que la vive con culpa e incluso consulta porque pretende superarla -finalizó- se le debe prestar toda la ayuda. Pero el homosexualista que hace militancia en cambio, debe ser combatido porque no es una víctima sino un victimario”.
Fuente: Archivos Deviados
Agradecemos a Juan Pablo Queiroz el envío de este material
Transcripción de los artículos: Equipo Potencia Tortillera
Incorporación al Archivo abril de 2024.
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