Justicia, justicia perseguirás
No pude dormir…
Un año y cuatro meses y medio de espera, de dolor, angustia, frustraciones se acumulaban en mi cuerpo, estaban llegando a su fin, sin embargo una pregunta que no termina de responderse retumbaba en mis oídos e insistía en no dejarme conciliar el sueño.
¿Qué significa justicia para Natalia Gaitán?
No termino de elaborar una respuesta satisfactoria, solo más preguntas, que tal vez la escritura logre ordenar de algún modo. Lo cierto es que éste como tantas otros debates en torno al fusilamiento de La Pepa quedaron clausurados cuando la Multisectorial Justicia por Natalia Gaitán se rompió en mil pedazos, o antes aún cuando algunas organizaciones glttb decidieron no participar de un espacio plural donde más allá de las diferencias se sumaran esfuerzos y recursos en pos de un objetivo común, y egoísta y mezquinamente optaron por “la personal”. Pero ése es otro tema.
Algunas organizaciones han levantado la bandera de “pena máxima para el homicida”, algunxs otrxs hasta han llegado a pronunciar palabras tales como “que se pudra en la cárcel” o inclusive a pedir pena de muerte. Otras organizaciones , por el contrario, se pronuncian por algo menos radical y se “conforman” con una condena que implique alguna sanción para el homicida. Penar, condenar, sancionar… ¿eso es obrar según lo adecuado para este caso, o sea administrar justicia? Indudablemente, ésas son, como se dice vulgarmente, “las generales de la ley”, ésa es la lógica con que se maneja el sistema jurídico, y entonces una podría pensar que de eso se trata.
Desde mi humilde opinión, creo que quienes se manifiestan de esta manera están reproduciendo la furia y el odio que cotidianamente se expresa hacia gays, lesbianas y travestis.
Creo que estas lógicas contribuyen a seguir sosteniendo la cultura del ojo por ojo, del odio y de la venganza, a seguir sosteniendo los mecanismos de vigilancia y de control. Creo que como movimiento glttbi o como militantes deberíamos poder pensar, actuar, tratar de poner en práctica otras lógicas orientadas al verdadero ejercicio de los derechos humanos de todxs, incluso del hombre que apretó el gatillo. Sí, lo repito, aunque probablemente la mayoría de quienes lean esto esté en desacuerdo: también del hombre que disparó la escopeta. Porque Daniel Torres es el eslabón más bajo de una cadena de responsabilidades que llevaron a la muerte de La Pepa, y como ya sabemos el hilo siempre se corta por la parte más delgada. Torres está siendo enjuiciado esta semana y seguramente será condenado. ¿Tendrá en su lugar de aislamiento posibilidades de acceder a una educación en derechos humanos que le permita modificar su socialización homo/lesbo/transfóbica producto de la cual cometió el brutal asesinato? ¿Podrá finalmente comprender que nada justifica quitarle la vida a un ser humano?
¿La sociedad en su conjunto se hará cargo de lo que implica esta condena? ¿O, por el contrario, para muchxs pasará como un homicidio agravado por tenencia de arma de fuego, que es el cargo por el que está imputado Torres?
La policía que no llevó a La Pepa al hospital y esperó demasiado tiempo a que llegara la ambulancia ¿será puesta en el banquillo de lxs acusados? El Ministerio de Salud de la Provincia de Córdoba, responsable de la pésima atención que recibió Natalia en el hospital, y del pésimo tratamiento que se le dio a su cadáver porque la morgue no tenía luz y tuvo que ser velada a cajón cerrado ¿será tela de juicio? Los gobiernos provinciales y nacionales, responsables de establecer políticas públicas contra la discriminación (políticas que brillan por su ausencia tanto en campañas de prevención publicitarias como en el sistema educativo) ¿se harán finalmente cargo de la responsabilidad que les cabe?
Natalia está muerta y esa muerte es irreparable.
Justicia, decía Macky Corbalán en el Facebook, es que no vuelva a pasar. Estoy de acuerdo, y mientras nada de lo antedicho suceda, todo hace pensar que muertes absurdas como la de La Pepa volverán a suceder. Mientras nada de lo antedicho suceda, lejos estamos de poder decir que se logró justicia por La Pepa.
Para muchxs esta afirmación sonará pesimista. Yo creo que sólo si podemos poner esto en perspectiva podremos accionar para lograr ese ansiado “nunca más”.
Fabi, la tron
26/07/2011
las Crónicas del juicio a Daniel Torres
los audios del juicio
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