Nuestro aporte al respecto de la 'declaración' (no oficial) del Papa:
Celebramos siempre las declaraciones que significan el cese de discursos de odio y el reconocimiento de todas las expresiones de amor y deseo entre las personas. Reconocemos que la Iglesia Católica tiene una llegada importante a muchos rincones del planeta, y este cambio de postura -de quién condujo la cruzada contra la ley de matrimonio igualitario en nuestro país- puede alivianar la carga que sienten tantas personas que se identifican dentro del amplio abanico de la diversidad, y que profesan la fe católica. Este cambio puede también incidir en la mirada que tienen sobre nuestras formas de desear y amar aquellos que profesan esa fe. Reconocemos además que, en un escenario de recrudecimiento de las derechas, los discursos fascistas, antiderechos y de odio, el pronunciamiento del Papa viene a marcar un camino de tolerancia. ¿Nos alcanza con la tolerancia? No. Pero creemos que puede ser un paso en la dirección correcta.
Partiendo del hecho de que la realidad jurídico-legal que existe en nuestro país (ley de matrimonio igualitario, ley de identidad de género) no es igual en toda la región ni en todo mundo, reconocemos este pronunciamiento como un avance social de carácter histórico. Pero no podemos evitar pensar en las multiples violencias y faltas que persisten detrás de las puertas de esta institución: abusos sexuales, pedofilia, discriminación, muertes por abortos clandestinos, creación y sostén de la cruzada contra la ESI.
Ya que el papa se pronuncia para dar vida política dentro de la Iglesia, a las diversidades, le pedimos que también se pronuncie y accione CONTRA LA PEDOFILIA, CONTRA LA INJERENCIA DE LA IGLESIA EN UN TEMA DE SALUD PÚBLICA COMO LA LEGALIZACIÓN DEL ABORTO Y CONTRA LA ‘IDEOLOGÍA DE GÉNERO’.
Esperamos que sea un paso hacia el fin de la hipocresía de esa institución, que dice profesar el amor al prójimo pero tiene en sus manos la sangre de las cruzadas, la conquista de nuestro suelo, la matanza de las poblaciones originarias, las quema de brujas; y esconde bajo su sotanas las complicidades con las dictaduras en el cono sur y el encubrimiento de curas, obispos y arzobispos abusadores.
Seguimos levantando la bandera: Iglesia y estado, asuntos separados. Para la efectiva vivencia de nuestras formas de amar y desear en libertad.
Fuente: Facebook
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